Running Up That Hill

Casi 40 años después y de improviso, una canción mayúscula se convierte en éxito de masas para los jóvenes adictos a las series televisivas. Así hablé de ella en el capítulo dedicada al disco "Hounds of Love":



La canción con la que se abre pone todas las cartas sobre la mesa y todas son triunfos. Ha logrado lo que tanto buscaba, su Grial, la perfecta fusión entre el ritmo y la melodía, un ritmo salvaje, nacido de las entrañas del mundo, que no se expresa con los pies ni con las manos ni con las caderas, un ritmo que recorre las terminaciones nerviosas y colapsa el cerebro, una melodía que nace y vive en su voz, que es densa como la noche y luminosa como el reflejo de la luna en el océano, una voz profunda que se ha despojado en esos tres años de ausencia de todos los abalorios que destellaban en ella y nos distraían más de la cuenta. Aunque aparecen acreditados Alan Murphy (guitarra) y Paddy Bush (balalaika), este tema descomunal los es por Kate Bush (voz), Kate Bush (sintetizadores), Kate Bush (segunda voz, y tercera, y cuarta…), Del Palmer (programación de ritmos), Del Palmer (bajo) y un espléndido Stuart Elliott a la batería, rellenando todos los huecos existentes y creando el clímax sobrecogedor que da sentido a este trato con Dios que se apunta en el título. La fuerza de "Running Up That Hill (A Deal with God)" pivota sobre esa idea, antagónica con el clásico “trato con el Diablo”, de pactar con Dios algo que se desea intensamente, en este caso intercambiarse con el otro para poder comprender la relación de pareja desde el otro punto de vista, superar la visión propia, la perspectiva incompleta que deriva del hecho de ser hombre o mujer: “si sólo pudiera hacer un trato con Dios y cambiar tu lugar por el mío, correría a lo alto de esa colina”. Realmente el título original de la canción era "A deal with God", pero después de valorar los obstáculos que podía suponer para su difusión en las emisoras de radio de los países católicos europeos, Bush aceptó a regañadientes relegarlo al paréntesis. “Para mí, esta canción siempre se llamará 'A deal with God'", manifestó. Para nosotros, sin embargo, cuando hacemos la lista de canciones favoritas de todos los tiempos, el nombre a escribir es "Running Up That Hill".